Se terminò la experiencia de Mau en Alemania, y llegò contando las anècdotas vivìdas, pero con la idea de que fue sòlo eso una experiencia y nos comenta que para vivir, no cambia a Barranquilla.
Dice que fuè supremamente bien atendido por la familia que le tocò y que todo saliò como estaba planeado.
Con Mau llegò la hija de los dueños de la casa donde se alojò, que viene tambièn a vivir su experiencia, y a sacar el mejor provecho de ella.
Se organizò una pequeña bienvenida para los viajeros y se pasò un rato agradable escuchando los
cuentos que como sabemos, dejan todos estos viajes.
Una de las primeras cosas que hizo Mau, fue saludar al abuelo, que estaba despierto esperando su llegada.
Ojalà nuestro sobrino, saque las cosas positivas de este viaje, y haya valorado el cariño y el calor del hogar que seguramente le hicieron falta, durante estos meses de ausencia.
Bienvenido.
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