En la vida hay personas que se convierten por su amistad y cercanía en casi miembros de alguna familia como si por su sangre corriera la misma de sus amigos.
Es el caso de la Familia Prenk, que desde nuestra niñez venimos escuchando de los vínculos que los unen a nuestra familia Visbal Moreno.
Recordamos de seguro todos, como era de sorpresivo que nuestro padre con su disciplina férrea y con sus costumbres arraigadas y poco propensas al cambio, "soltara la camioneta azul" para que Eduardo hiciera sus diligencias en Barranquilla.
Siempre que por sus viajes aterrizaba en nuestra ciudad, venía cargado con las libras de QUESO PARMESANO, que tanto agradaba a Miguel y que nuestra madre se veía a gatas cuidando para que todos no le " diéramos muela" .
Después fueron padrinos de Mauricio y eso hacía que la comunicación fuera más frecuente. Leonor siempre tuvo mucho cariño para con nuestra madre y en fin los lazos que unen a los Visbal y los Prenk cada día eran más fuertes.
Con el correr de los años nos hicimos mayores y muchas veces en nuestra estadía en Bogotá fuímos atendidos como hijos por Eduardo y Leonor.
Cada vez que Mauricio viajaba los visitaba y en Barranquilla siempre se pregunta por ellos.
No podíamos dejar de visitarlos en nuestro viaje de estos dias, y dejar una foto para el recuerdo futuro de quienes se hicieron querer por todos nosotros.
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