Hace algunos meses decíamos que el equipo de nuestra ciudad era incierto en su accionar, y que además de haber sido convertido en juguete familiar, las contrataciones hechas de una forma rápida y sin ningún estudio no iban a producir el resultado esperado y que por el contrario harían que nos viéramos más en ridículo ante los equipos del interior del país y lo que es peor, dándole oportunidad a los periodistas "cachacos"de caernos con todo y darse un banquete con nuestra desgracia.
El tiempo nos está dando la razón y el equipo ha llegado a ocupar en este día el último lugar y ya va por el segundo Director Técnico en lo que va de campeonato.
Es triste escuchar a las emisoras del interior y leer los comentarios de la prensa sobre nuestro equipo.
No hay en absoluto un patrón de juego definido y jugadores que en tiempos anteriores demostraban sapiencia futbolera, hoy día parecen "amateres"de lo mal que están jugando.
Pero creemos que lo que se aprende no se olvida de un día para otro y es por esto que pensamos que algo se oculta detrás de resultados tan malos.
Puede ser que las contrataciones sin ningún estudio como decimos, y disparejas totalmente en cuanto a la parte salarial se refiere quizás han podido ocasionar un decaimiento en la parte anímica al considerar algunos jugadores que no hay justicia en el trato económico recibido.
No existe posibilidad alguna para un Director Técnico, de lograr que jugadores desmotivados quieran romperse el pecho por el equipo y por el contrario si hay algunos líderes dentro del grupo estos pueden tratar de hacer que todos se paren y disimuladamente no le caminen al Técnico y poco a poco lograr salirse con la suya.
Pero se juega con la honra de toda una ciudad, y por eso lo más sano es que se saquen a los cabecillas, que en los corrillos populares se tienen identificados, para ver si se puede parar la oscuridad que está a punto de cubrirnos por completo.
Esperaremos unos partidos más para ver que sucede, pero de todos modos ya la tragedia está casi que copando todo y en la ciudad se nota que ronda el fantasma del descenso , al que nunca pensamos tener tan cerca y ya casi parte de la familia.
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