Estuvimos reunidos para celebrar el día de la Madre.
Se había invitado con anticipación a la Tía Vicky que siempre está presente en los acontecimientos familiares y se ha ganado el agradecimiento de todos los miembros de la familia.
Durante todo momento se recibieron familiares que hicieron que el día fuera lleno de agradable charla.
No podía faltar el paréntesis, para recordar a las madres ausentes y como siempre volver a añorar las épocas anteriores donde nos reuníamos en la casa materna para degustar el almuerzo que con anticipación se había encargado.
Pero son otras circunstancias y hay que adaptarse a ellas.
Regalos por todos lados y un día para recordar.
Hasta la Tía Vicky hizo siesta.
Hubo regalo para la colaboradora de la casa.
Tiempo para la lección de punto en cruz.
Las fotos son fiel testimonio de lo acontecido.
Nuevamente felicitaciones para todas .
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