Estábamos en mora de hablar con Pepe personalmente, ya que no habíamos podido coincidir.
Las veces que hemos ido, están fuera de la casa .
Siempre con el ánimo arriba y recordando anécdotas familiares, las horas pasan rápido cuando se está en compañía del tío.
Lila y Ana Pau atienden con la gentileza de siempre y desde ya se hacen los planes para el cumpleaños del otro mes.
Los cuentos del nieto Jóse no pueden faltar en las reuniones y estaremos pendientes de la próxima visita en la que esperamos encontrar el mismo desborde de salud y energía que vimos hoy.
Saludos.
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