Salimos bien temprano para Yellow Spring, donde nos
esperaban Miguel, Jane y Alex que ya había llegado de Cornell donde está próximo a graduarse.
Si creíamos que la temperatura iba a mejorar mucho nos llevamos un fiasco ya que estuvo si bien un poco más arriba, todavía hay necesidad de abrigarse bien para no sentir molestias.
Miguel Angel y Jane como siempre desbordados en atenciones y esta vez con la compañía de Alex se tuvo un guía más.
No podía faltar el paseo al mismo sitio donde estuvimos hace casi cuatro años y medio.
Esta vez la temperatura ayudó a que la caminata fuera más larga y amena y siempre quedará la oportunidad de volver alguna vez ya que como lo recordábamos, el sitio es ideal para el descanso.
Miguel se lució nuevamente en la preparación de la comida y Jane en la elaboración de sus recetas de comida especial.
Es de agradecer además que encontramos un surtido de galletas hechas por Jane que no alcanzamos a comer en su totalidad (eran muchas), y han servido para el resto del viaje.
Se contó también con la compañía de Miggy y de Laura que estuvieron con nosotros algunos días.
Varias comidas en la calle y visitas a centros comerciales.
La consabida sacada de los perros al patio y las conversaciones de casi todo el día matizadas por un Porto y un Pinot Noir eran los agradables momentos que sin embargo son pocos con lo que se quisiera.
La partida tenía que llegar y la continuación del viaje era obligatoria.
Nelson Daniel y Alex, salieron en la noche para alquilar el vehículo que nos llevaría a la capital del mundo al día siguiente.
Gracias a Miguel Angel, Jane e hijos por las atenciones existía la posibilidad de ver a Ilay que se encontraría con nosotros en Nueva York.
Las fotos para el recuerdo.
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