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Todavía no se explica uno lo que ha pasado y solo el tiempo podrá aminorar un poco el dolor que sentimos. Trataremos de cumplir los deseos de Migue pero dejamos sus palabras para el recuerdo de un hermano del que solo quedaran buenos recuerdos. Muchas fotos de este sitio familiar servirán para tenerlo presente en forma permanente y de seguro nuestros futuros descendientes, también se alimentaran con la alegría que siempre desplegó .
Las palabras de Migue:
Mi querido hermano Ricardo:
Desearía estar aqui para despedirme pero aún tal vez más para estar al lado de esta bella familia que dejas pero solo en cuerpo y no en espíritu.
Leyendo estas palabras podría desde este púlpito ver a Eleonora, Ricardo Alberto, Miguel Enrique, Andres Mauricio y Maria Carolina, y compartir el orgullo y satisfacción que sentiste de poder haber compartido tanta vida con ellos.
En estos últimos años observé con deleite tu transformación de abuelo, papel que desempeñaste con entusiasmo y dedicación palpables y admirables…un ejemplo muy importante para todos los hermanos.
Como hermanos seguidos compartimos miles de experiencias de niñez y juventud las cuales siempre seguirán guardadas en mi mente: Recordé cuando en el partido de beisbol al cual nos llevó mi papá gritabas con entusiamo de fanático “viva Mapana” (en vez de Panamá) asi entreteniendo a todo el público cercano.
Recordé las vacaciones de diciembre pasadas en la casa de Lorenzo y Marita donde jugábamos durante el día a patineta y a guerra con bolas de barro,
y a vaqueros en la noche para poder ver la luz de los tiritos.
También recordé conversaciones filosóficas profundas y precoces sobre la re-encarnación y las luz de estrellas distantes ya apagadas .
Siempre ibas a la vanguardia como explorador de cosas nuevas -la guitarra y las serenatas con Juan Carlos -
las artes marciales del Oriente -
el ajedrez con el señor Montoya -
las motocicletas, entre ellas una Harley-Davidson que nadie tenía la buena fortuna de ganarse en tus rifas .
Pasamos por esta vida transitoria como gotas de rocío, aferrándonos en la temprana mañana a la hojas que se mueven en el viento de la vida…..
al final todos regresamos al manantial eterno donde estamos unidos.
Hermano, aunque al separarnos en forma tan repentina nos aprieta el corazon, tenemos el consuelo que sera una separación tan corta en las escalas cosmicas del alma.
Ricardo, hasta la próxima..
Ya se que donde estés y con toda certidumbre estaras echando cuentos: Dios! quien sabe quienes estarán cayendo?
Tu hermano de esta vida y para siempre,
Miguel Ángel.
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