En la Iglesia de Santa Teresita, nos reunimos para acompañar a los sobrinos al acontecimiento.
Después, una reunión sirvió para seguir conversando y comentando que la recién bautizada no resistió el trajín de la tarde-noche y durmió buena parte de su fiesta.
Unas buenas picadas, sirvieron para matizar la charla y la tarde.
Muchas felicitaciones para Valeria y sus padres, así cómo también a toda la famila.
Unas fotos de la ocasión, para el Recuerdo futuro.
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