domingo, mayo 20, 2007

VIAJE





































































Decidimos pasar este puente en Santa Marta y por primera vez, dejamos a nuestros hijos sólos en el hogar.
Ya se comienza a vislumbrar la última etapa de la vida en que vamos quedando solos y por ley natural debemos acostumbrarnos a la falta de los hijos que deben coger el mismo camino que nosotros emprendimos años atrás.
Quizás por experimentar un poco es que decidimos salir solos y tratar de imaginarnos para ir acostumbrándonos como será nuestra vida en el futuro.
Se llama a cada rato pero también siente uno la tranquilidad que dan hijos que estamos seguros tendrán un comportamiento excelente en nuestra ausencia.
El camino con un poco de lluvia y las playas no tan llenas ya que se acerca la temporada de vacaciones de mitad de año y por esto la gente no ha comenzado a llegar.
Nos encontramos con amigos y estuvimos conociendo unos centros comerciales que construyeron en Santa Marta.
Adornamos también con una foto de lo que ocurre a la orilla de la playa cada vez que llega una lancha con pescadores.
La gente y los lugareños se acercan unos para comprar y otros simplemente con el consabido remoquete de "familia Miranda".-
También una fotos de paisajes que por estos lados se dan en todas las tonalidades.
Un descanso reparador pero también la reafirmación de un concepto que creemos lo tenemos todos bien cimentado.

"Qué agradable es tener las compañía de los hijos".-

No hay comentarios.: