Siempre se ha dicho que no es bueno convertirse en pronosticador de desastres, y eso no es lo que queremos consignar aquí.
Se trata simplemente de que hemos observado una total apatía de los medios de la ciudad en los comentarios sobre el equipo de fútbol que nos representa.
Este año que comienza es clave ya que se pende de un hilo para conservar la categoría.
Un traspiés haría que el año que viene estemos en la categoría B con la verguenza que eso representaría para una ciudad que alguna vez tuvo el mejor fútbol del país.
Con el paso de los años fuímos cayendo en un total conformismo de resultados, dándose el caso que en el último torneo, se terminó "colgados de la brocha", y siendo la comidilla de todos los periodistas del interior que gozan cada vez que un equipo de la costa tiene fracasos.
La nómina creemos no se ha reforzado con jugadores de categoría y el que se suponía se traería, como es el caso de Giovanni Hernandez ( entre otros creemos que no rendiría en Barranquilla), parece que se cayó al final de la contatación que no sabemos como era manejada.
Alguna vez dijimos que el equipo se convirtió en un juguete de familia y ojalá nos equivoquemos y el tal juguete no termine como tantos otros desechado por inservible.
Esperemos y lo único que se quioere es que al final del año, no tengamos que cobrar lo que con once meses de anticipación estamos diciendo.\
Suerte para el equipo que tantas glorias nos ha dado.
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