La segunda parada fué en el lugar donde está apostado el portaaviones Midway famoso en la segunda guerra mundial por las batallas en que participó.
También lo hemos visto como protagonista en infinidad de películas que se han hecho sobre la segunda guerra mundial.
Como es costumbre en este país, cualquier objeto es dedicado a museo y este no podía ser menos.
Todo está como era antes de ser dado de baja y es hasta real la forma como están dispuestos sus camarotes, pantrys, cuarto de máquinas etc,etc.
Nos causó especial curiosidad una planta de oxígeno líquido, con la que se suplían las necesidades a bordo y que hizo que nos acordáramos de Ricardo, experto en la materia y quién de seguro gozaría con este aditamento del buque.
La cantidad de aviones que hay sobre cubierta es impresionante y el recorrido sobre ella, nos llevó un buen tiempo.
Valió la pena el viaje para estar en este sitio y de seguro será un buen motivo para recordar más adelante.
Las fotos para el recuerdo.
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