Déspues de pasar por la penosa necesidad de asistir al sepelio de un familiar cercano, con los sinsabores que esto conlleva, no queda sino dedicar un rato a pensar y a volver a corroborar que la vida hay que vivirla en el momento, y que los acontecimientos agradables deben ser disfrutados en el instante y no esperar como solemos hacer para disfrutarlos después.
Las palabras de Alfredo, el primo sacerdote en la ceremonia tienen un gran contenido de verdad . "La familia se conoce más en la medida que la distancia es mayor".
Invito a todos a tratar de hacer de esta familia un equipo lo más monolítico que se pueda.
No hubo caminata y se reanudará de seguro en la próxima.
Feliz semana para todos.
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