La ciudad de Nueva York es majestuosa.
Con sólo recorrer sus calles, se siente el vacío que produce, estar rodeado de edificios tan altos, que da mareo cuando se levanta la vista para mirar el final de los mismos.
Siendo un día lunes y habiendo salido casi a las 8;30 de la mañana, ya las calles se comienzan a abarrotar de gente que presusrosa se dirige a sus sitios de trabajo.
Habíamos planeado coger un Tour que nos llevaría durante 2 días por todo Nueva York, y decidímos dejar los últimos dos, para lo que se nos hubiera escapado o no estuviera dentro del Tour.
Nos llevó el primer día por distintos sectores en tre ellos el Puente de Broklin, el Parque Central, el Barrio Chino, el Soho, y en la noche nos llevó en su recorrido a ver las luces de la ciudad.
Los arreglos navideños son buenos y la ayuda tecnológica hace posible muchas cosas en movimiento.
También pasamos en la mañana por el Punto Cero, y es impresionante ver a la gente en silencio, observando todos los recuerdos que los americanos guardan de ese día, y los ponen a la vista de todos, quizás con el objeto de que la humanidad no olvide a lo que nos puede llevar la intransigencia del ser humano.
Es notorio como se siente uno en ese sitio y como la mente se transporta a lo que cada uno imagina pudo haber pasado en esos momentos.
Unas fotos del día y unos videos.
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